jueves, 7 de febrero de 2013

EL TEXTO Y SUS TIPOLOGÍAS:


Unidad objeto compleja y en ocasiones infinita: Texto, hipertexto, intertexto...



EL TEXTO:

El texto es una unidad cambiante en el tiempo, como casi todas las manifestaciones humanas. El texto como tal, antes de la llegada de las nuevas tecnologías, era una unidad finita, con un principio y un fin. Hoy día, uno puede leer un texto informático y andar nando saltos de una información a otra creando el texto a su antojo.

Desde este punto... ¿Quién es creador, y quién receptor del texto? Particualrmente, hay textos cuya finitud la va creando el lector.

Al margen de todo esto, en esta publicación intentaremos agrupar las distintas tipologías textuales y hablaremos de la creación de un texto.

TIPOLOGÍA TEXTUAL:

Una tipología textual es una forma de organizar la diversidad textual y de clasificar los distintos textos. Los textos, como producto de la actuación lingüística, se presentan en una multiplicidad y diversidad prácticamente inabarcables; ello no obstante, son susceptibles de ser ordenados en tipologías que los clasifiquen y agrupen a tenor de conjuntos de rasgos que los identifiquen y los diferencien entre sí. 

La clasificación más comúnmente aceptada en los trabajos de lingüística del texto es la que distingue entre:


narración : Cuenta experiencias.

descripción Reproduce realidades.

argumentación Justifica una postura o tesis.

explicación Ofrece datos objetivos.

diálogo. Discurso polifónico.





Hay autores que reducen esta cantidad a otra inferior, hay quienes la amplían a otra más extensa.

Prácticamente, desde el nacimiento de la lingüística del texto se percibió la necesidad de establecer tipologías de textos. E. Werlich propuso la primera en 1975, y desde entonces han aparecido otras.

En el plano de la didáctica, las tipologías textuales representan una poderosa ayuda de estudio, tanto comparativo entre las distintas lenguas como para la práctica en la realización y manejo de algunos de ellos. Veamos por ejemplo qué elementos forman parte de la narración.


LA NARRACIÓN:

Narrar es un modo de organizar el discurso. Es la función más básica de contar algo, existe desde el origen y es el que mejor nos ayuda a configurar nuestra experiencia y el que mejor nos ayuda a entender el mundo que nos rodea.

En la narración, con partes constituyentes: el narrador, la historia, el relato, el tiempo o progresión, la trama, la organización de los acontecimientos... 

Y son partes constituyentes de su estructura lingüística: los diálogos, las descripciones, la explicación, incluso narraciones dentro de esta narración.

El narrador es un punto importante de la historia: según su participación el narrador será interno, (si participa del relato como un personaje más), externo si narra todo en terceras personas. Pero según su punto de vista, un texto narrativo podría ser: narrativo (cuenta experiencias), de control (asoma con acotaciones), comunicativa, (alude a las relaciones), testimonial, (aparece como muestra enunciativa), ideológica, (expone crítica respecto a lo narrado).

El tiempo supone un factor esencial en la composición narrativa: según clases se pueda usar un tiempo cósmico o físico, (que tiene un continuo uniforme); Un tiempo cronológico, (el empleo de cómputo temporal, calendario, fecha, día y noche); Tiempo psíquico, (forma interior de usar y vivir el tiempo cada individuo); y por último, el tiempo lingüístico, (uso de los tiempos verbales, progreso del tiempo de la acción, órden de los acontecimientos).

El texto narrativo podrá ser Literario o no. Para su composición, es necesaria una preestructuración de los acontecimientos y tener en cuenta el tiempo lingüístico y los momentos de uso de avance de la acción, y en su medida qué dosis de historia le acompaña.



 INCLUSIÓN DE LAS TECNOLOGÍAS:

Como decíamos al principio de esta publicación, la inclusión de las tecnologías ha modificado esta realidad (como tntas otras). 


En la actualidad, nuestro modo de comprender el objeto textual ha variado en sobre manera. Uno puede crear un texto ficticio, y emplear los términos "homérico, Aleph, quijotesco,..." en este caso, serían un claro referente de significados muy literarios, puesto que nacen y son reales a partir de los mundos creados en la literatura. Tendríamos pues una intertextualidad, que pone de relación textos, no sólo diferentes, sino distantes en el tiempo y en el espacio. Otros términos que tienen la misma esencia que estos, pero no relacionan textos literarios, más bien relaciona medios de comunicación, son los referentes a "saltos, entrar en un término, clicar un término, etc...". Como sería propio de esta publicación. 

Si uno entrar en los links que se proponen, entraría dentro de páginas nuevas, diferentes, expertas en la lengua, y podría dentro de aquellas haber otras que ofrecen matices informativos distintitos, y aquellas otros, y así sucesivamente hasta formar desde este blog, un texto infinito. EL HIPERTEXTO.

HIPERTEXTO:

Si un autor, con toda su idea de transmitir un concepto o idea organiza un discurso, esta manifestación es una composición cerrada. Por tanto, lo que desde siempre se viene ingiriendo como un todo completo, o círculo de comprensión retroalimentaria, que se va completando a medida que se avanza en la lectura dle texto, eso ahora con las nuievas tecnologías deja de tener sentido. En este sentido, el lector es que guía o creador de la estructura y exptensión del textos. Esto es algo extraño y curioso. De modo que un lector puede ir dando saltos, no sólo en la información, sino que puede ir alternando géneros diferentes, pasar del audio o audiovisual, a la letra, la imagen, o la propia partipación de agregar datos al texto, como es la Wikipedia, o blogs o páginas que se pueden comentar...





Comparto este poema: intertextual e intercomunicativo... 
De L. Goytisolo...La noche: POEMA.



miércoles, 6 de febrero de 2013

ESPACIOS LIJ (Literatura Infantil y Juvenil)
Para disfrutar de verdad de una lectura, 
hay que sentir la sinergía entre la palabra y uno mismo.


SINERGÍA: AUNMENTO DE LA ENERGÍA PROPIA PROVOCADO POR OTRA ENERGÍA EMITIDA EN LA MISMA FRECUENCIA QUE OCNECTAN Y SE RETROALIMENTAN.


Sentir esa electricidad cuando uno lee es una de las pocas vivencias escasas que se pueden considerar inefables porque la generan los estímulos del superYO que llevamos dentro, y que cada cual codifica y decodifica de forma asbtracta, como un sentimiento.


Si ese estímulo lo percibe una mente adolescente, la sensación explota de forma maravillosa, pues a esa edad se han tenido ya experiencias mágicas, muchos han experimentado la ilusión, la decepción, la competitividad, el rechazo; y poder representarlo en el pensamiento, de forma extrapolada en una lectura, es algo muy positivo y enriquecedor, porque el niño experimenta la vivencia de la historia narrada, mientras que no la padece realmente y eso le aporta un distanciamiento que le permite ser más crítico, más juicioso y objetivo con los temas tratados.


El libro que se recomienda a continuación, contiene una dosis de energía y un trago de imaginación, a lo largo de una serie de cuentos moralistas. Su lectura es sencilla y amena, algunos breves y otros fugaces, pero todos ellos dejan una extraña sonrisa en la mente del espíritu como señal de una comprensión más elevada que la que se deja ver en la acción de la lectura.

 
 
Buenos Aires, (1949- ). Jorge Bucay, médico y escritor, se ha convertido en un auténtico fenómeno de ventas en los últimos años. Son ya miles de lectores los que se han acercado a las obras de este argentino especializado en psiquiatría cuyas publicaciones copan la listas de best-seller de medio mundo. Obtiene el Premio Torrevieja 2006 con el libro con El Candidato



 Jorge Bucay, Cuentos para pensar, 1999.
DARSE CUENTA:


 
Me levanto por la mañana.
Salgo de mi casa.
Hay un socavón en la acera.
No lo veo
y me caigo en él.

Al dia siguiente
salgo de mi casa,
me olvido de que hay un socavón en la acera,
y me vuelvo a caer en él.

Al tecer día
salgo de mi casa tratando de acordarme
de que hay un socavón en la acera.
Sin embargo,
no lo recuerdo
y caigo en él.


Al cuarto día
salgo de mi casa tratando de acordarme
del socavón en la acera.
Lo recuerdo y,
a pesar de eso,
no veo el pozo y caigo en él.



Al quinto día
salgo de mi casa.
Recuerdo que tengo que tener presente
el socavón en la acera
y camino mirando al suelo.
Y lo veo y,
a pesar de verlo,
caigo en él.
Al sexto día, salgo de mi casa.
Recuerdo el socavón en la acera.
Voy buscándolo con la mirada.
Lo veo, intento saltarlo, pero caigo en él.


Al séptimo día
salgo de mi casa.
Veo el socavón.
Tomo carrerilla,
salto, 
rozo con la punta de mis pies 
el borde del otro lado, 
pero no es suficiente y caigo en él.

 
Al octavo día,
salgo de mi casa,
veo el socavón,
tomo carrerilla,
salto, ¡llego al otro lado!
Me siento tan orgulloso de haberlo conseguido
que lo celebro dando saltos de alegría…
Y, al hacerlo, caigo otra vez en el pozo.


  Al noveno día,
salgo de mi casa,
veo el socavón,
tomo carrerilla,
lo salto
y sigo mi camino.
Al décimo día,
justo hoy,
me doy cuenta
de que es más cómodo
caminar…
por la acera de enfrente.”

Adaptación de Jorge Bucay de un poema del monje tibetano Rimponche

martes, 5 de febrero de 2013

QUÉ LEER EN LOS MIÉRCOLES DEL BLOG...
¡¡¡NADA!!! ¿¿¿NADA???

 La lectura debe ser placentera


Mucha gente no disfruta cuando lee. Tal vez por el cansancio, tal vez por la actividad diaria, no se sabe, pero lo cierto es que cuando uno conecta con una lectura, unas palabras pronunciadas de tal cual manera que llegan directas al oído del espíritu, aunque uno esté cansado, tenga la cabeza en asuntos cotidianos o de mayor interés, súbitamente se encuentra atrapado en ese puente de hilos comunicativos entre el autor y el lector que hacen que éste se sumerja a modo de tobogán hacia sus más recónditas pasiones intelectuales.

Por eso es bien acertado seleccionar la lectura con criterio individual, y no dejarse llevar por la recomendación, la sinopsis, la publicidad de los más leído o más vendido, al menos, no en un sólo aspecto.

Se recomienda comparar, temas, autores, reseñas, comentarios, crítica... y entre ellos, probar algún fragmento del interior de la lectura, ya que no todos somos igual de receptibles al mismo estilo narrativo. 

El libro recomendado a continuación atrapa con facilidad no sólo por su técnica y la viveza de la acción, que arranca la historia con la valentía de una niña de cinco años, que tras un terremoto, retoma la consciencia y todo lo que conocía ha desaparecido bajo las fauces de la Tierra: su clan, familia y hogar; a partir de ahí empezará un camino en soledad; pero por lo que verdaderamente absorve es por la esencia de la trama, cuyo conflicto y resolución está basado en los actos de supervivencia innatos del ser humano, su capacidad de adaptación, desarrollo de estrategias para enferentar los devenimientos naturales de la naturaleza, la vida salvaje que subyace en cada ser y la cantidad de recursos que se hallan en la propia vida que no somos capaces de concebir hasta qué punto nuestros antepasados eran conocedores y sabios en aspectos para nosotros hoy desconocidos.

Su autora Jean M. Auel, escritora y entusiasta de prestigio, se involucra de lleno en el mundo de la Prehistoria, se mezcla con vivencias extremas de supervivencia, encarna el papel en la vida real y lo superpone al mundo recreado a base de muchas horas de biblioteca y estudios científicos. En ese mundo reconstruido deposita y da vida a la niña que crece en la vida salvaje y aprende a fuerza de golpes y sentido común. Es la mujer que habla con los animales. Siempre la guía el instinto y la intuición. Se unen mundos de sociedad, jerarquías, tribus, lo espiritual y un gran conocimiento de homeopatía que ofrecen una visión de verosimilitud a la ficción..


 El libro recomendado de hoy es  "El clan del Oso Cavernario"


Primer libro de la saga Hijos de la tierra,
mantiene una linea progrsiva en sus personajes.
La ficción en un mundo real, cambiante y evolutivo.
No hay huella más lícita para la humanidad que la del hombre; 
y no hay necesidad más evidente que la de sentirse identificado con sus semejantes.




FELIZ LECTURA... :D

lunes, 4 de febrero de 2013

ESPACIO LITERATURA: Buscando sentido al encasillamiento del arte
 LA GENERACIÓN LITERARIA.


¿Qué sentido tiene estructurar a las personas en el tiempo?
El ser humano necesita empequeñecerlo todo para poder comprenderlo.
Con lo fácil que es llegar a la supracomprensión a aprtir de una realidad evidente como es la idea.



PEQUEÑA INTRODUCCIÓN AL TÉRMINO GENERACIONAL:

Cuando hablamos de generación en términos generales, uno estructura en su concepción mental de la idea un fragmento temporal, sin duda un tiempo relleno: relleno de gente, de personas, pensamientos, ideas, costumbres, etc. En los ámbitos generales, este concepto abarca a la gente que ocupa un especio aproximado de cien años. De cien en cien años, uno puede fácilmente diagnosticar un matiz de cambio social sincrónicamente. 
Pero en su acepción propiamente literaria, una generación comprende a un grupo de autores (poetas o narrativos, ensayistas o escritores teóricos), que por la coetaneidad de su época generacional, coincide en la actividad artística, estética, ideológica, social y literaria.



¿Cómo se crea el elenco de nombres?

Existen muchos factores que pueden influir, algunos premeditados y otros fortuitos.

a) Los premeditados:
_ Inclusión en una revista.
_ Resonancia en boca de un buen autor de renombre.
_ La crítica literaria con juicios de prestigio.

b) Fortuitos:
_ Espontaneidad en un fin concreto que utiliza la obra como medio.
_ Revelación de alta calidad estética propagada entre la recepción de forma natural.
_ Que el contexto en que nace la obra le dé un gran valor o importancia a la obra.

En cualquiera de los casos, la inclusión de los nombres en el tiempo se vuelve difícilmente susceptible de ser modificada, y por tanto injusta en muchas ocasiones, exagerada en otras.



¿Qué finalidad tiene la existencia de GENERACIONES?

Pues al igual que los nombres de movimientos o corrientes, así como de periodos o nombres de épocas, las generaciones permiten una clasificación o agrupación acotada que facilita su estudio.


¿Qué de bueno y qué de malo?

Tiene de bueno que permite muchos puntos de investigación, por ejemplo: nos permite analizar en qué medida o forma, cada uno de los componentes del grupo se ha visto influenciado por la fuerza de unas u otras corrientes. También, qué grado de distancia se crea en las trayectorias de los autores y a qué puede haberse debido. También se puede valorar cómo afecta cada hecho social en unos y otros. En definitiva, se puede hacer una gran variedad de estudios del espíritu y su influencia recíproca con la sociedad que les rodea. 

Sin embargo, en cuanto a lo que concierne al texto literario y el estudio de la Literatura en general, impide una visión espontánea del gusto, ya que el elenco de nombres se convierte en punto de medida a partir del cual se determinan otros autores que, por una u otra causa, no están incluidos en esa lista de nomenclaturas y difícilmente se revierte la elección.


GENERACIONES RELEVANTES EN ESPAÑA:

La Generación del 98. Grupo de autores, sobre todo novelistas y ensayista que, influenciados por pensadores como Schopenhauer, Nietzsche o E. Bergson y por ello, rodeados de las corrientes del existencialismo, el nihilismo y marxismo, en sus edades adolescentes, manifestaron su descontento social frente al sistema de gobierno y exigían un cambio. En esos momentos, manifestaban su descontento con la incultura española, el conservadurismo de las clases dominantes y la iglesia. Pero luego tomaron estilos divergentes y olvidaron toda fuerza inicial. Se centran sobre todo en las inquietudes estéticas, sociales y filosóficas de España.

La Generación del 14: Es más bien un grupo europeísta, que moderniza las ideas de sus coetáneos más veteranos. Creen en el trabajo de rigor, sólido e intelectual. Abogan por un afán más renovador.

La Generación del 27: Son sobre todo poetas. Preocupados por las corrientes vanguardistas que llegan desde la generación anterior, preocupados por el objeto estético de la época en un principio, y por la causa social y política del interior del país. Pasando por todas las estéticas europeístas, finalmente confluyen todos en el creacionismo español, el arte por el arte, la negación de todo compromiso con la recepción burguesa les lleva al hermetismo, defensa de la opresión mediante la palabra. Denotan su aversión social y la injusticia, reclaman la libertad.
La Generación del 36: Exiliados en el extranjero y exiliados en su propio país, la literatura de entreguerras queda expuesta a la creación de realidades truncadas. La temática se vuelven más humana y menos experimental, alguna poesía se evidencia vacía.

La Generación de los 50: La literatura, ya distanciada de las primeras masacres, de los tantos muertos y una vez que el error del horror se hizo evidente entre los bandos de la Guerra, se vuelve más realista y testimonial, muestra la realidad conflictiva, son escritores comprometidos.

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Digamos que hasta aquí la verdadera utilización de las generaciones. En este momento vemos el objeto de estudio minimizado, empalabrado, pronunciado, descrito, parafraseado o interpretado, o como se pueda denominar al hecho de eliminar el arte de la palabra y sustituirla por estructuras de pensamiento cerrado y delimitado, cual si de un casco en la mente de un pensador intentase poner límite al significado del pensamiento de un poeta en su más inmensidad de sufriemiento o deleite.

Vemos si esas palabras, tanto en un adolescente que está cursando Bachiller, como en un adulto que se quiere sumergir en el mundo literario por primera vez, surten el mismo efecto de enseñanza, o poseen la misma fuerza de transmisión de significado, que la propia obra artística.



Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
“Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…”


Golpe a golpe, verso a verso…
Murió el poeta lejos del hogar.

Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.


“Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…”


Golpe a golpe, verso a verso…
Cuando el jilguero no puede cantar.
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.


“Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…”


Golpe a golpe, verso a verso.




A. Machado. (Camino)

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.

Nunca persequí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse…
Nunca perseguí la gloria.

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;

caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar…







                                      F. G. LORCA, Granada.

Granada, calle de Elvira,
donde viven las manolas,
las que se van a la Alhambra,
las tres y las cuatro solas.
Una vestida de verde,
otra de malva, y la otra,
un corselete escocés
con cintas hasta la cola.



Las que van delante, garzas
la que va detrás, paloma,
abren por las alamedas
muselinas misteriosas.
¡Ay, qué oscura está la Alhambra!
¿Adónde irán las manolas
mientras sufren en la umbría
el surtidor y la rosa?



¿Qué galanes las esperan?
¿Bajo qué mirto reposan?
¿Qué manos roban perfumes
a sus dos flores redondas?
Federico García Lorca, Granada.




Como vemos la existencia de estas agrupaciones no son más eficaces para evocar el estudio de la literatura, la verdad de todo es que la recreación de sus textos, es lo que nos da la esencia de cada época.