martes, 12 de febrero de 2013

ESPACIO LITERATURA Y PENSAMIENTO


LA HUMANIDAD Y SU TALÓN DE AQUILES... 
La mente es la parte más inabarcable e inexplicable del ser humano.


EPISTEMOLOGÍA y REALIDADES.

¿En realidad se conocen todos los sentidos que pesee el ser humano? ¿O decimos que sólo tenemos los sentidos que podemos explicar con las palabras que conocemos?



De algún modo, el ser humano se halla ligado de tal modo a la palabra que solo existe aquello que se puede nombrar con palabras precisas y definitorias: fijémonos un segundo en todo lo que conocemos como saberes:

Las matemáticas: son ciencias prescisas, pero no reales, son creaciones con valores inventados y que además no abarcables, pero mantienen una relación precisa y en armonía: Sistema; sistema que apasiona porque al haber sido creado a partir de lo que vemos, se ha hecho a medida de esas realidades, con lo que parece que las matemáticas lo nombran y abarcan todo, oooh, qué misterio... es que están creadas a partir de estas realidades observables, y existe una relación entre ellas casi exacta. La verdad es que es así porque lo hemos sistematizado. Pero ¿qué pasa con todo aquello que no se puede explicar con las matemáticas, o sus disciplinas? ¿qué pasa con el factor humano cuando incide en ellas, como observador del objeto o como parte del mismo? ¿cómo explicamos los cambios de humor, las pasiones, las intuiciones y el resto de verdades del ser humano que lo son casi más que la parte que conocemos de su suerpo? ¿Cómo describen las matemáticas las repuestas mentales?

Las ciencias de la naturaleza: en ella se crea todo aquello que se precisa, seres vivos que destruyen lo nocivo, nuevos seres que destruyan a esos para que no se reproduzcan en números elevados, otros que se coman a aquellos segundos, un ser que proteja a los que morirían sin remedio en esta cadena alimenticia, recursos necesarios para abastecer a este ser último, etc. Una cadena de equilibrio no conocida en su totalidad, pero admitida como una realidad existente para el ser humano, explicada a partir de lo que se conoce. Pero, ¿cómo muta, por qué se crean nuevas enfermedades letales?, ¿por qué nuevas epecies?; siguen siendo interrogantes, y aunque nos empeñemos en clasificar los seres vivos, desconocemos todo sobre lo que verdaderamente importa, la respuesta natural, lo que produce el cambio, ¿qué es ese nuevo cáncer que va aniquilando la especie?, ¿quiénes sobreviven, quiénes no? ¿Se sabe hasta qué punto la mente, como respuesta a un estilo de vida, sería capaz de modificar la función inicial de un célula? NO. La mente sólo puede entender lo que reduce al conocimiento, lo que ha sido creado como sistema.

La lingüística: sistema de códigos convencionalizados, cada vez más normativizados. Creados a partir de realidades exteriores de nosotros, una palabra para cada realidad, un tipo de palabra para cada uso, una función para cada realción dentro del enunciado, una frase para cada intención de hablante, un código de formalidad para cada situación expresiva. VAYA. Todo parece estar en perfecta armonía. Pero lo cierto es que es una cosntrucción, la realidad es que cada hablante tiene unas necesidades de expresión únicas. Para eso existen las Instituciones, para acotar los límites de algo que de otra forma natural, se desbordaría a las posibilidades de comprender del cerebro humano. ¿La norma? lo que se debe o no se debe. ¿Quién me dice que no sea más real la palabra inventada para casos de otra forma innombrables, como la "inespiritualidad, ultratumberías, anti-intelectualistas" de Unamuno, o "el funambulismo, el mas-tiempo, o la sinergización" para mí? Es más fácil darle una forma acotada para embalarlo en la caja de la mente humana, que dejarlo volar libre hasta el infinito.

La Literatura: Son manifestaciones escritas del pensamiento del ser humano, que mantienen una relación de armonía también, y más en la actualidad, no se crean lecturas espontáneas sino influenciadas por las que gustan, traducidas, propagadas, vendidas por las instituciones, aceptadas por el público, un público con unos gustos similares a las lecturas que influenciaron las lecturas que ellos habían leído, etc., es un sistema perfecto. Se crea un discurso literario que da cabida a su propio pensamiento, referido a la misma sociedad que lo crea, y dirigido hacia ella, se forma allí mismo también el autor que lo genera, y así se retroalimentan: Sistema. Pero ¿quién estudia la forma de comprenderlos?, no todo el mundo percibe la misma lectura del mismo modo, algunos lectores, al unir sus impresiones, aumentan el conocimiento, esta episteme no se nombra, porque la mente no es capaz de comprenderla de forma objetiva, ni puede denominarla con palabras tangibles. Este sistema de la literatura prefiere estudiar, qué tipo de lectura gusta, por qué gusta esa lectura al mayor número de público. Esos datos, no hacen avanzar la episteme, sólo retroalimentan ese sistema cerrado para descubrir qué vende, crear, propagar y mantener la institución literaria y todas las entiedades que alimenta, editoriales, academias de lengua y literatura, universidades del pensamiento... Pero ¿y la mente y el modo de aprender?


 

La forma de obtener el conocimiento tiene que ver con la forma de buscarlo.
¿Qué es lo esencial?

Buscar desde el todo, desde lo que no se conoce, desde lo que queremos descubrir.
LA MENTE.




Platón, ya indicaba en su dialéctica que avanzar desde la intuición es un buen camino, aunque luego diseccionemos todo lo que vemos y todo lo que creemos conocer. Para ello hay que desandar el camino, derrumbar todas las construcciones convencionales, derribar los sistemas elaborados por el hombre, y encajar las impresiones.


Por ejemplo, ¿por qué todo el mundo tiene la impresión de que la llegada de la nueva enfermedad del cáncer tiene algo que ver con la persona en sí o la forma de vida que llevamos, pero nadie lo investiga desde ese punto? todos quieren llevarse los méritos del reconocimiento dentro de un sistema cerrado. Volviendo a Platón, él alegaba que el sabio ha de buscar respuestas de un modo totalizador, mientras que si uno avanza en el sistema en el que nos hallamos, el camino que está usando es de nuevo institucional, buscar retrasamiento de la propagación de las células cancerígenas, quién lo logre tendrá asegurada la paga por los derechos de investigador de esa medicina, gana su labortorio, ganan las farmacias, gana la bolsa sanitaria, etc.. ¿qué gana? se gana dentro del sistema económico, pero las incógnitas de por qué se propaga ahora continúan sin resolverse, cuando sería ese el origen del problema.

La economía, otro sistema. Un sistema creado además con el fin de beneficiar a unos cuantos, cómo salir de la crisis, con conocimiento, buscando respuestas correctas, la mente encuentra conocimientos correctos. No hace falta nada nuevo; una simple lectura hacia el pasado nos puede dar la respuesta. La intuición del ser humano es capaz de empatizar con experiencias que no ha vivido. Cuando uno lee una historia de drama, la sufre igual que si la viviese, cuando uno lee una historia de ciencia o ciencia ficción, abre su conocimiento innato e intuitivo hacia esas realidades de forma empática, pues si uno mirase las experiencias de la historia que se repiten, empatizaría con estas cuestiones y puede obtener respuestas en el presente, por ejemplo:

Me cuetionaba qué papel está ejerciendo A. Mérkel con su intención de avalar las deudas españolas. Una respuesta de mi mente fue buscar algún conocimiento interno, pero no encontré nada, no tengo nociones de economía ni de política, aunque posteriormente descubrí que no es imprescindible conocer todo de un tema, sino conocer un tema desde los máximos puntos posibles, de un modo totalizador. La búsqueda de ese conocimiento intuitivo y la inquietud por saber, pueden ser un modo de conocer. Resulta que desde que me hice aquella pregunta, pasó mucho tiempo, y esa incógnita quedó dormida, quedó aparcada sin respuesta, sin un punto de opinión, pero sin embargo, no había desaparecido, y eso lo supe mucho después. Resulta que muchos meses después, leyendo acerca de la Segunda Revolución Industrial me volvió de nuevo esa pregunta al pensamiento, sin buscarla. El sentido de la intuición se puso alerta, ¿por qué? conscientemente no leía para encontrar esa respuesta, sin embargo, al igual que un sentido de la vista, o del oído, olfato o gusto, nos da información espontánea sin buscarla, el sentido de la mente, aún no conocido del todo por el hombre, me ofreció una idea clara de la situación actual. Las cinco potencias del mundo se enriquecen sagzmente a base del empobrecimiento de otras potencias, más ricas en cuanto a materia, pero mas pobres en cuanto a conocimiento del sistema de comercio.

La empatía con aquella situación del pasado encontró una analogía con la situación actual, la sensación de rechazo hacia un comportamiento de sometimiento, por analogía a la pretensión de que A. Márkel de volverlo a hacer ahora otra vez.  Por lo tanto, aunque sigo sin conocer a fondo sobre el tema económico o de comercio, puedo decir que la postura de A. Márkel no la veo correcta.

Se me ocurre una parábola alegórica:

Pongamos por título: Ser bueno en algo Vs. Ser algo bueno:

A. Mérkel, lista es, un rato, pero no es todo bueno de ella…, tiene una capacidad de manejar la economía obviamente muy sagaz, pero podría optar realmente por avasallar a los países con recursos de respuesta, y no cebarse a costa de países ciegos o ignorantes, que no saben dónde se meten, que bien podrían responder ahogadamente a las ayudas recibidas, o a lo peor, no pueden; lo que podría dar lugar a conflictos lamentables…
Podríamos pensar: pues sí, ciertamente que se fastidie el que pide y no puede pagar… pero por esa regla de tres, mi hijo de 10 años, justo antes de pasar a Secundaria, puede decir al de 6 años que le presta sus chapas para jugar durante el patio de la escuela, pero que por cada chapa perdida durante el día, o la semana, deberá restituir con un almuerzo de chocolate o algo parecido…  
Está claro que si el niño de 6 es capaz de razonar de forma más madura que el de 10, el de 6 sea responsable de sus actos y pues que se las vea venir, pero puede pasar que la astucia del de 10 supere en argumentos al de 6 para que acepte… que es lo más lógico.

Esta es la ética de la doble moneda del ser humano, ¿qué sería lo correcto? Ahí radica la diferencia entre las personas buenas en algo, y las que son algo buenas.

Volviendo a la cuestión en sí y el modo de conocer, me llama la atención que el modo de conocer algo, no puede basarse en el realismo o empirismo propiamente dicho, pues tenemos otros sentidos de recepción, diferentes de la vista, olfato, gusto, tacto y oído, sin duda, no podemos dejar de lado el sentido de la intuición porque no lo podamos explicar desde las realidades que el ser conoce. La mente encierra flitros, o como le sucede a una caja registradora que al pasar todos los códigos de barra por su sensor realiza un cómputo total de cantidad de artículos, la mente suma las experiencias, sensaciones pasadas, respuestas anteriores que parece que se perdieron en el olvido, y las emplea para decidir en la vida. Estas realidades muchas veces pasan inadvertidas a los investigadores porque no son palpables, pero quizás sean más reales que las Matemátcas, la Filosofía, las Ciencias y todos los sistemas que creemos conocer. Así que retomaremos la frase anterior:


La forma de obtener el conocimiento tiene que ver con la forma de buscarlo.
LA MENTE es el talón de aquiles de la humanidad como ente totalizador.

 

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