martes, 27 de noviembre de 2012

ESPACIO LITERATURA ESPAÑOLA:
 ¿Por qué clásicos? 


Nada de malo, nada de bueno. Los clásicos están ahí, y no evidencian, ni más, ni menos calidad, sencillamente, son una huella literaria, un cánon del pasado, un pensamiento histórico grabado en letras e inmortalizado por la Institución que la gobierna. Los clásicos, para todo amante de la Literatura o Teoría Literaria, suponen un objeto de mira hacia el pensamiento del pasado, por eso, los clásicos se mantinen en la cima, pero no porque su calidad literaria esté por encima de las lecturas modernas.
No debemos caer en el error de censurar lo moderno, ni de idolatrar lo conservador, sencillamente, sin los clásicos, la huella del pensamiento mutante con el tiempo no tendría lugar.  

Hoy martes recogemos la figura de Unamuno: Nació en Bilbao en 1864 y vivió la guerra carlista. En Madrid cursó la carrera de Filosofía y Letras y después de varios fracasos, ganó en 1891 la cátedra de Griego en la Universidad de Salamanca, donde vivó casi toda su vida. En 1901 sería elegido rector de esa Universidad. Tuvo una amplísima cultura antigua y moderna, filológica, literaria y filosófica. Fue un gran crítico de los distintos regímenes políticos en los que vivó y como consecuencia de su oposición a la dictadura del general Primo de Rivera fue desterrado (1924 - 1930) y se marchó primero a Fuerteventura y luego a Francia. Tras la caída del general vuelve triunfalmente a España y fue diputado durante la República. Ante las fuerzas de Franco su actitud inicial fue cambiante. Sin embargo su postura definitiva ante las fuerzas de Franco (con la famosa frase: "Venceréis pero no convenceréis") le valió ser destituido y confinado en su domicilio, donde murió el último día de 1936.
 

Destacamos su obra: San Manuel, Bueno, Mártir. Este link enlaza directamente con las letras del texto de Unamuno, donde se puede entender la importancia de un clásico de la Literatura.
Veremos el lenguaje empleado, los conceptos encierran el pensamiento y preocupaciones de la época, seguramente la lectura actual hablaría de tecnología, redes, contactos, lejos quedó la amargura de la guerra, el sufimiento de la opresión. Pero seguramente, no se habla de crisis, aunque la hubiera, porque no había conciencia de de descenso en calidad de vida económica; por aquel entonces se hace referencia a la libertad, porque era prioritaria, libertad de la mujer, de elegir, de pensar.

Por eso no se puede dar la espalda a los clásicos, porque son una identidad propia.

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