martes, 8 de enero de 2013

Espacio literatura (III) El microrrelato.


El género literario del microrrelato.
Dentro de los subgéneros narrativos, 
uno de los requisitos que sirven de clasificación es la extensión. 



 Amor de desamor: 

Y puse mis manos en otro rostro para no ver el tuyo... así comienza el olvido.

Ciega, enamorada. 

Y tuve que perderte para encontrarme.

                                                                 Vanessa R.R.
    

De ahí que EL RELATO; LA FÁBULA; EL CUENTO; LA NOVELA CORTA; LA NOVELA; LA TRILOGÍA; LA SAGA, tomen su deferencia. 

Además, el carisma de su extensión exige unos determinados aspectos que marcan su forma y contenido, encajando finalmente en una estructura propia, independiente de su extensión.

Cuento: personajes con una caracterización muy marcada, cara oposición entre protagonista y antagonista, sencillez de acción, aprendizaje de algún precepto de la vida. 

El relato es como la ampliación de la trama, en la que la historia de la acción anterior y posterior a la trama no importa. 

Este género exige una gran capacidad para transmitir detalles necesarios. Esta capacidad se amplía a medida que se restringe la extensión de la narración, y de la misma manera se va determinando cada vez más hasta llegar al microrrelato. 

Podríamos afirmar que este mini-genero se da la mano también con la paremia, ya que ha de gozar de un significado profundo, aunque ficticio, en menos de dos líneas de desarrollo, o constar de entre 90 y 140 palabras. 




 ESTA IMAGEN SE HA CONVERTIDO EN EL SÍMBOLO POR ANTONOMASIA DE LOS TEXTOS DE MINI-FICCIÓN, GRACIAS A UN RELATO DE MONTERROSO.




De cualquier forma, es un género que dice mucho en nada de espacio: 

Érase una vez un Presidente que quiso instaurar un Imperio Inca en una tierra subtropical donde nunca lo fue.

EL microrrelato posee todas las características de la novela, lugar, espacio y tiempo; argumento y trama, acción; introducción, nudo y desenlace; personajes. En el caso de los personajes, es posible que en muchas ocasiones, el propio narrador sea protagonista o antagonista, según la esencia del relato. 

En este que acabamos de ver, el narrador ofrece su visión del mundo, presenta la parte ambiciosa de la sociedad de élite y la explotación, pero con un buen final. Si los microrrelatos son buenos,la sensación que el lector se puede llevar puede ser muy enriquecedora. 

Hay autores con mucho ingenio para este género. Pero que lo diga yo no es usfiente, ¿verdad? el ojo tiene que ver para creer, pues de acuerdo. A continuación se expone una serie de autores que se han especializado en este breve género narrativo, sea el lector quien juzgue. Vemaos algunos ejemplos de autores, textos y bibliografía:



Borges, Bioy, Cortázar y
Monterroso 
(autor del famoso cuento del dinosaurio)

 



1. AUGUSTO MONTERROSO (Guatemala-México): “El Rayo que cayó dos veces en el mismo sitio” (42 palabras)
Hubo una vez un Rayo que cayó dos veces en el mismo sitio; pero encontró que ya la primera había hecho suficiente daño, que ya no era necesario, y se deprimió mucho. 
La Oveja negra y demás fábulas, 1969

 2. ALEJANDRO JODOROWSKI (México): “Después de la guerra” (38 palabras)

El último ser humano vivo lanzó la última paletada de tierra sobre el último muerto. En ese instante mismo supo que era inmortal, porque la muerte sólo existe en la mirada del otro.
En: Lauro Zavala, Minificción mexicana, p. 198

3. JOSÉ DE LA COLINA (México): “Ardiente” (35 palabras)

¿Quieres soplarme en este ojo? -me dijo ella-. Algo se me metió en él que me molesta.
Le soplé en el ojo y vi su pupila encenderse como una brasa que acechara entre cenizas.
En: Lauro Zavala, La minificción en México, p. 63

4. EUSEBIO RUVALCABA (México): “El melómano” (35 palabras)

Compra discos, lee biografías de músicos, colecciona programas de mano. Por sus venas circula música. Y muchas veces ama aun más la música que los propios músicos. Pero llora en vez de tocar.
En: Lauro Zavala, Relatos vertiginosos, p. 138

5. ADOLFO BIOY CASARES (Argentina): “Post-operatorio” (34 palabras) -

Fueran cuales fueran los resultados -declaró el enfermo, tres días después de la operación- la actual terapéutica me parece muy inferior a la de los brujos, que sanaban con encantamientos y con bailes. Guirnalda con amores, 1959

6. ADOLFO BIOY CASARES (Argentina): “Para un tesoro de sabiduría popular” (33 palabras)

Me dice la tucumana: “Si te pica una araña, mátala en el acto. Igual distancia recorrerán la araña desde la picadura y el veneno hacia tu corazón”.
Guirnalda con amores, 1959

7. JAIRO ANÍBAL NIÑO (Colombia): “Cuento de arena” (33 palabras)

Un día la ciudad desapareció. De cara al desierto y con los pies hundidos en la arena, todos comprendieron que durante treinta largos años habían estado viviendo en un espejismo.
En: Henry González Martínez, La minificción en Colombia, p. 60

8. JAIRO ANÍBAL NIÑO (Colombia): “Fundición y forja” (33 palabras)

Todo se imaginó Superman, menos que caería derrotado en aquella playa caliente y que su cuerpo fundido, serviría después para hacer tres docenas de tornillos de acero, de regular calidad.
En: Henry González Martínez, La minificción en Colombia, p. 62

9. POLI DÉLANO (Chile): “A primera vista” (32 palabras)

Verse y amarse locamente fue una sola cosa. Ella tenía los colmillos largos y afilados. Él tenía la piel blanda y suave: estaban hechos el uno para el otro.
Sin morir del todo, 1975

10. MÓNICA LAVÍN (México): “Motivo literario” (32 palabras)

Le escribió tantos versos, cuentos, canciones y hasta novelas que una noche, al buscar con ardor su cuerpo tibio, no encontró más que una hoja de papel entre las sábanas.
Retazos, 1996

11. JULIO CORTÁZAR (Argentina): “Amor 77” (31 palabras)

Y después de hacer todo lo que hacen se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.
Un tal Lucas, 1979

12. MARCO DENEVI (Argentina): “Don Quijote cuerdo” (31 palabras)

El único momento en que Sancho Panza no dudó de la cordura de don Quijote fue cuando lo nombraron (a él, a Sancho) gobernador de la ínsula Barataria.
Parque de diversiones, 1970

13. ANA MARÍA SHUA (Argentina): “69” (30 palabras)

Despiértese, que es tarde, me grita desde la puerta un hombre extraño. Despiértese usted, que buena falta le hace, le contesto yo. Pero el muy obstinado me sigue soñando.
La sueñera, 2ª ed., 1996

                                                                    
UNO QUE PERSONALMENTE ME GUSTA MUCHO:
 "Y no eras tú a quien quise volver a encontrar, sino tu recuerdo".


Existen concursos de este género, en la mayoría de ellos suelen exigir un máximo de 140 palaras. Los que vienen a continuación han sido presentados, pero de ellos, sólo el primero pasó como finalista para ser editado:

Un paso tras la vejez. 
"La cosa pasó sin apenas darme cuenta, recosté mi cuerpo en la cama grande de mis tíos, solía pasar a menudo a visitarlos. Me tendí hasta quedar dormido. Sentí un frío incómodo. Un cosquilleo que me ascendía desde los pies me fue adentrando en un extraño sueño. Sin apenas percibir que la vejez me iba llevando, los ojos se cerraron y entonces la claridad se hizo a mi alrededor".

                                                                                                                                                                            Vanessa R.R. 

 
Sucesos de amor en la red. 
Como cada mañana, los temblorosos dedos del Sr. Martínez consultaban el chat ansiosos de ternura. Examinó los tweets que sus vecinos, Don Bartolo y Dña. Sagrario, amantes clandestinos que anhelaban enviudar para jurarse amor eterno, se enviaban desde hacía años. Pero esa mañana leyó algo inhóspito, ella le confesaba que jamás consumarían sus deseos. Él quiso saber el motivo, pero no hubo respuesta por parte de ella. Salió a dar su paseo diario.

Enrique, el abuelo del 5º abrió la puerta del ascensor y pulsó el cero, pero el ascensor se detuvo en el 2º, donde otro abuelo el Sr. MArtínez entró y dirigiéndose al otro vecino, preguntó: ¿qué tal su esposa Sagrario? El lúgubre vecino del 5º respondió: falleció anoche, la hallé sin vida junto al teclado de un ordenador encendido.

                                                                                                                                                 Vanessa R.R.

Psicología invertida. 
Érase una vez un gallinero alborotado que desde hacía meses no ponía huevos. Como solución se instaló ante las hembras una pantalla de cine con la imagen de un gallo apareándose, pero esto aún produjo mayor alboroto. Al cabo de unos días, las gallinas tomaron en su poder la pantalla y la colocaron frente al gallo, meses después, el corral se llenó de pollos.


                                                                                                                                                                            Vanessa R.R.


Asesinato literario. 
Sentada, a la penumbra de un viejo farolillo, Estela se disponía a elaborar el tratado literario del S.XIX. Leyendo unas notas críticas de los cuentos de Flaubert, Zola,… se empezó a fundir en un mundo paralelo y su piel se llenó de otro ser violento y enfermizo. Sus pasos la llevaron hasta la azotea y después saltó por la ventana, tomó un cuchillo y descuartizó a su vecina. Al verse inmersa de tanta sangre soltó lo que había en sus manos, un bolígrafo de tinta y un pliego de papel.

                                                                                                                                                                            Vanessa R.R.



La pedófila promesa de un destino: 
Mi mirada, vieja y castigada por el verdugo del destino, se posaba sobre ella. Las sábanas sonaban entre su inocente piel como regodeándose de mí. Su grácil movimiento me incitaba a jugar con ella, con su cintura de alfiler, con su adolescente sonrisa. En sus muslos, finos y aún precoces, el calor acariciaba un pensamiento.

Dónde estará la barrera que separa lo posible de lo alcanzable, pensé. Tal vez no pensé y hallé respuesta en el resultado de un profundo agujero negro que me esperaba al final de una debilidad, de una flaqueza infernal o del fin de los caminos para siempre aniquilados.

                                                                                                                                                                            Vanessa R.R.



¿Te atreves tú? Envía el tuyo con tu nombre y será publicado en el blog cultural, sorpréndete.



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