ESPACIO LITERATURA DE LOS MARTES

La ficción es la realidad de la imaginación individual,

representa el mundo único que cada ser lleva en su interior. 

 Pero, ¿cómo surge? 

El origen de dicha necesidad no debe distar mucho de la necesidad en que se originó la comunicación.
La primera idea de comunicación se origina en las primeras civilizaciones de homínidos, que compartían la realidad del mundo mediante gestos, luego en estas mismas especies, comenzarían los primeros indicios de escritura a partir de imágenes.

Pero, no podemos olvidar que en aquellas civilizaciones existía también la necesidad de ritos, de bailes y danzas, que aun en las tribus que hoy puedan pervivir, todavía se puede observar. La necesidad de dar cabida al mundo que existe en la imaginación del ser humano es la fuerza que origina la imaginación. 

Generalmente, mundos que emplean como base de evidencia, objetos, situaciones, hechos reales, tangibles, pero que se presentan, son o se convierten con una identidad, perspectiva o representación subjetiva. 

En la ficción literaria, el objeto ontológico de “ficción” se despliega a través de personajes, mundos, espacios y acciones y dan cabida a la recreación imaginativo-poética del ser humano. Esto da posibilidad a la existencia de mundos infinitos, pero para ser ficción, debe existir un nexo que consiga que los elementos de la realidad fáctica, se puedan desplegar al servicio de la imaginación. 

 

 

Para crear esa magia, el mago ha de ser capaz de servirse de los elementos literarios posibles en la forma, orden, estructura, sentido y dirección propicia para que el resultado final consiga generar la ilusión del conejo blanco saliendo de la chistera.




EN LA NARRACIÓN; Qué elementos tenemos al alcance de la mano para narrar la ficción, tenemos;

 _ Personajes. _ Espacio. _ Tiempo. _ Lenguaje. _ Estructuración de las acciones. _ Secuenciación de aparición de las realidades. _ Tema, trama y argumento. _ Y muchos elementos más...

FICCIÓN COMO REALIDAD Y REALIDAD COMO FICCIÓN:

Se recomienda la lectura de Unamuno: Las fronteras entre la realidad y la ficción, ya que en ella se realiza un análisis comparado entre realidad y ficción. No pudiendo en muchas ocasiones separar ambos mundos, porque van muy ligados ya a la imaginación del lector.

Como es el caso del Quijote; cuánta gente no ha estado en La Mancha afirmando haber estado en la misma taberna dónde El famoso Hidalgo había estado. O cuando uno viaja a Verona y siente la emoción de estar ante el balcón de Julieta.

Vemos que se ha tendido un puente entre la realidad y la ficción tan evidente que se crea funambulismo entre lo real y lo ficticio.

Se podría realizar un análisis diacrónico que dibujase de forma orientativa en grandes periodos, los cambios de elementos ficcionalizados. Con esta sistemática secuenciación de cambio en largos periodos, se podrían extraer conclusiones verdaderamente interesantes.

En un primer estadio, la recopilación de manuscritos conservados nos ofrecen que desde los primeros tiempos de la escritura, se despliegan tres temas que siempre están presentes: La espiritualidad o religión; (cada una en una forma distinta de manifestarse), la guerra (necesidad de conquista y poder) y la evocación a los asuntos cotidianos.

 MENCIÓN A LAS GRANDES OBRAS DE LA HISTORIA LITERARIA: 

LA ILÍADA Y LA ODISEA: 

La base es la guerra, la lucha de poderes, pero la ficción del bien y el mal antes los dioses despliegan un fuerte arraigo al pensamiento del castigo espiritual, el sacrificio, el placer corporal, los dones físicos de la naturaleza… Se incorpora el hombre como parte dualista de la realidad Mortal/inmortal. La idea de vida/muerte y honor/humillación es análoga. Ya enesta ficción, la vida sobrepasa a la muerte según el comportamiento en vida, pervive en el honor de los hombres.

 BIBLIA:

 no podemos pasar por alto que este libro es la compilación de muchas historias de la oralidad, muchas de ellas atienden a asuntos que preocupaban a la gente sencilla, cuentos de Medio Oriente, fábulas indias y culturas semitas. En él, se unen también las Sagradas Escrituras, desde mi punto de vista, tiene como centro la política del pueblo contra la política del poder. “vivencias de Jesús, el pueblo Sagrado, contra conciencias de Emperadores”… La ficción arrasa con la mezcla de estos tres elementos, el público es protagonista en una ficción de la se le que hace partícipe, si cree en la palabra de Dios, sobrevivirá al juicio final, se juzga también en vida su comportamiento, se venera su conducta… La ficción en este caso acoge todos los campos de la humanidad. 

EL CID CAMPEADOR: 

La guerra, la lucha y la conquista es el principal punto de atención, la ficción en este caso radica en la idea de vencer la honra de un caballero de una forma legal frente a la humillación de la figura que representa la autoridad y el poder. En este punto se incorporan valores más terrenales, desligados de la idea divina, las leyes, la justicia y otros valores que no están tan condicionados con las virtudes biológicas, de la fuerza. En este caso se incorporan los principios que regirán toda esa saga de narraciones caballerescas que le siguen.

LA CELESTINA: 

En este mundo, la ficción viene incorporando situaciones más cotidianas, se crea una clara idea de oposición entre las bajas pasiones y lo moral. Muchos otros tópicos, carpe diem, rosas vigoros, tempus fugit, … empiezan a tener forma en los personajes. Cada personaje se caracteriza de una forma más rela, con sus defectos y sus virtudes. Empieza a introducirse la noción de conciencia y falta de ella, religiosos y ateos, sirvientes y señores, todos ante la muerte y la vida, la tristeza y la alegría, son iguales. 

EL LAZARILLO: 

Clara ficcionalización de conductas humanas carentes de valor moral, justificación de las mismas. Intereses mundanos y reflejo de la ironía. 

EL QUIJOTE: 

la influencia de la literatura, los sueños, la ilusión de vivir lo que uno desea vivir, la magia de la literatura ficcionalizada mediante la figura de un personaje y sus acciones. 

La idea de ficción está ya presente en la ficción. Si vemos, (se podrían haber nombrado muchas muchas más obras), pero a grandes rasgos podemos ver que de la ficción divina, después la ficción de la sociedad, después del individuo, y finalmente de la literatura, hemos llegado a ficcionalizar la propia ficción. Rayuela, de Córtázar, juega también con esta técnica ficticia.

En la actualidad la creación de mundos que despliega la imaginación del autor, tiene un alto contenido de voluntad creadora, que quizás antes no se tenía.